A menudo, un masaje relajante basta para prevenir o eliminar con eficacia la tensión en la zona del cuello o la espalda. En muchas ocasiones el intenso masaje Shiatsu resulta muy eficaz. Dependiendo de la intensidad y la presión, este tipo de masaje también puede tener un efecto profundo en los tejidos y está muy indicado para relajar la musculatura y las tensiones.
El masaje es muy versátil y puede emplearse para cuidar la salud o como complemento del ejercicio físico y el entrenamiento. Además de mejorar el estado general, el masaje alivia las agujetas, las contracturas, los trastornos circulatorios y el cansancio. El calor adicional potencia el efecto del masaje calentando la superficie de la piel y favoreciendo la circulación de la sangre. De esta forma, se llega también a las capas más profundas del tejido y de los músculos.
Cuando las contracturas musculares, los dolores o el cansancio dificultan la actividad diaria, un masaje relajante puede resultar milagroso. En un masaje se aplica presión, especialmente en las capas superiores de la piel. El masaje no solo favorece el flujo sanguíneo de la piel y de los músculos, sino que también los relaja y hace que los agarrotamientos desaparezcan, ayudando así a aliviar los dolores.