Las personas que no varían de peso tienen un balance energético equilibrado, o, dicho de otra forma, se aporta al organismo la misma cantidad de energía que se consume. Para reducir peso es necesario tener un balance energético negativo, es decir, hay que reducir el aporte de energía y aumentar su consumo. Este objetivo puede alcanzarse cambiando los hábitos alimenticios, comiendo menos y aumentando el ejercicio físico.
La tasa BMR es el metabolismo basal energético que el cuerpo precisa en estado de reposo para mantener constantes las funciones normales del organismo, como la respiración, los latidos del corazón, la circulación sanguínea o la digestión. La BMR depende de la edad, el sexo, la estatura y el peso. Pero también influyen en ella otros parámetros corporales, como la masa muscular. El tejido graso, por ejemplo, necesita mucha menos energía que la musculatura. Esto significa que, cuanto mayor es la masa muscular, más alto es el metabolismo basal.
La tasa AMR son las calorías que consumimos diariamente en función de nuestra estatura, sexo, edad, peso y el grado de actividad diaria indicado manteniendo el peso que tenemos. La AMR puede aumentarse haciendo más ejercicio y actividad física y es otro componente que resulta útil para mantener nuestro peso o adelgazar.