¡Asegúrese de tener los pies calientes! Porque "se ha demostrado científicamente que tener los pies calientes reduce el tiempo que se necesita para conciliar el sueño y que el frescor alrededor de la cabeza reduce este tiempo y mejora el sueño" (cita del Dr. Feld en la revista Neue Woche, 09/2015).
No se estrese innecesariamente para conciliar el sueño.
Procure que haya una temperatura adecuada en el dormitorio, entre 16°C y 18°C sería perfecto.
Realizar la suficiente actividad física durante el día puede favorecer un sueño reparador por la noche. No obstante, debe mantener una fase de reposo ANTES de irse a dormir.
Seguir algunos rituales antes de acostarse, como, por ejemplo, darse un baño relajante en agua caliente, realizar ejercicios de relajación o leer un rato, le ayudarç a relajarse.
No se vaya a dormir hasta que no esté realmente cansado. A menudo nos forzamos a conciliar el sueño, lo cual hace que permanezcamos horas despiertos.
Evite el alcohol, las bebidas con cafeína, la nicotina y las comidas indigestas antes de acostarse.
Utilice una almohada que favorezca el sueño: el lúpulo, el mijo o la espelta, por ejemplo, tienen efectos relajantes.
En los jardines de hierbas hay numerosas plantas que propician el sueño: valeriana, lúpulo, lavanda, melisa, pasiflora, albahaca, avena e hipérico.
Utilice la cama únicamente para dormir y no, por ejemplo, como lugar de trabajo.
Realizar la suficiente actividad física durante el día puede favorecer un sueño reparador por la noche. No obstante, debe mantener una fase de reposo ANTES de irse a dormir.
Escriba un diario del sueño durante varias semanas. Esta información le mostrarç si duerme lo suficiente y es posible que le revele las posibles causas de sus trastornos del sueño.
Si se despierta en la fase de sueño profundo corre el riesgo de sentirse cansado y apçtico y comenzar el día con mal pie. Los dispositivos con función de despertador según las fases del sueño detectan un "momento de despertar rápido" y lo aprovechan, por lo que levantarse resulta más fácil.