Titelbild Ratgeber: Bereich Atemwege
 

¿Cómo se puede mejorar el ambiente de espacios interiores?

Cada día aspiramos y espiramos unas 20.000 veces para suministrar oxígeno a nuestro organismo. Con frecuencia nos encontramos en espacios cerrados en los que el aire estç muy viciado y es poco húmedo, tiene polen, polvo o malos olores o la temperatura no es la ideal. Un aire ambiente demasiado seco puede tener consecuencias desagradables: irritación de los ojos, aspereza de la piel, sequedad de las mucosas y un mayor riesgo de contraer infecciones y resfriados. Pero no solo los seres humanos se ven afectados cuando el aire es demasiado seco; también las plantas, los muebles, los suelos de parquet y los instrumentos musicales sufren las consecuencias.

La humedad ideal del aire en espacios cerrados está entre el 40 y el 60 %. Especialmente en el periodo invernal la humedad del aire queda claramente por debajo de estos valores recomendados. El motivo es que el aire frío invernal puede absorber menos humedad que el aire caliente. Cuando en invierno el aire frío del exterior entra en un espacio cerrado, este se calienta con mayor rapidez. No obstante, dado que el aire siempre tiende a tener un alto grado de humedad, se recomienda comenzar a utilizar los humidificadores de aire cuando se empieza a encender la calefacción. Así se puede impedir que el aire obtenga la humedad que necesita de otras fuentes, como plantas, muebles o incluso la piel o las mucosas del ser humano. Por eso se recomienda controlar la humedad del aire.

Ejemplo:

  • Temperatura del aire = 10 °C y humedad del aire = 50 %
  • Calentando el aire de 10 °C a 23 °C la humedad se reduce al 20 %

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